miércoles, enero 11, 2012

Los vaqueros del carbono

Una iniciativa global para frenar la deforestación y contener el cambio climático está abriendo la puerta a la especulación y al despojo de tierras. Los países amazónicos, incluido Colombia, están en riesgo. Por Lorenzo Morales, enviado especial de SEMANA a Durban.
Sábado 3 Diciembre 2011
La deforestación representa el 20 por ciento de las emisiones globales de CO2 a la atmósfera, por lo que la conservación de los bosques es una prioridad para contener el cambio climático. Un mecanismo conocido como Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (Redd) ha estado en el corazón de las negociaciones de Naciones Unidas esta semana en Sudáfrica y su fórmula es simple: los países ricos pagarán a quien preserve o restituya bosques, compensando así su responsabilidad en la emisión de gases nocivos a la atmósfera.

Este mecanismo tiene un doble interés para Colombia. Por un lado, el país alberga aún una importante porción de bosque natural (58 millones de hectáreas) pero, por el otro, la deforestación avanza a pasos de gigante. Desde 2005, el país destruye, en promedio, 238.000 hectáreas de bosque natural al año, según reveló esta semana el  Programa de Monitoreo de Deforestación del Ideam. Esto equivale a perder 27 hectáreas cada hora. "La deforestación sigue creciendo y requiere de toda una batería de acciones urgentes para controlarla", reconoció su director, Ricardo Lozano.

Entre esa batería de acciones está un fondo de 3,4 millones de dólares que puso el Banco Mundial para financiar proyectos Redd en el país y que tiene a empresas, bancos privados y organizaciones ambientalistas haciendo fila desde ya. La inminencia de un potencial mercado de miles de millones de dólares en bonos de carbono ha despertado un repentino interés pese a que no se ha establecido cómo monitorear la efectiva conservación de las selvas y menos aún cómo medir cuánto carbono captura, por ejemplo, una hectárea de selva chocoana. Dicho corto, nadie sabe cómo traducir en moneda el proteger esa exuberante vegetación.

 "La expectativa de un mercado de carbono ha distorsionado los objetivos de Redd, entre los que está apoyar a las comunidades que viven en los bosques y dependen de ellos", dijo Nils Ranum, investigador de Rainforest Foundation de Noruega, quien considera que el repentino aumento del valor de un pedazo de selva tropical está desencadenando conflictos por la tenencia de esas tierras.

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