
Pero ahora he descubierto una maña más grotesca que gastarse una columna escribiendo bobadas: escribir bobadas y al final mostrar que había tema para escribir algo bueno. Es como escribir como Poncho y al final salir con una "posdata" como de Alejandro Gaviria, de lejos nuestro mejor columnista.
Por ejemplo esta semana en El Espectador, Ramiro Bejarano dedica toda su columna a reflexionar sobre si el nuevo Juan Valdéz debe tener los bigotes del anterior y si no sería más bonito que lo reemplazara Alejandra Azcárate, quizás viajando a pelo por el mundo desnuda sobre un burro con costales. Bejarano le dedica 76 y medio renglones a esta disquisición. Al final agrega su ya usual "Adenda" donde en 7 renglones despacha un tema clave para el país: "¿Quién nos garantizará que no habrá más Comandos Élites del Ejército, haciéndole mandados al narcotráfico, igual al de la masacre de Jamundí, como dijo el Fiscal Iguarán? Ya son demasiados los hechos aislados. Antes fueron Cajamarca, Guaitarilla y la Cumbre, pero tampoco cayó un solo general. ¿Qué más tendrá que ocurrir?" Una duda razonable que merece que una persona seria escriba una columna. Yo pregunto: ¿no hubiera debido dejar el tema de los bigotes para la "Adenda" y hacerle el favor a los lectores de prensa (y al país en últimas) de usar su cerebro para un debate necesario?
Lo mismo le pasa a otro columnista del mismo periódico, Felipe Zuleta, con el infortunio adicional de que si en su columna se dedica a elogiar y polichar a sus amigos para que los nombren en cargos públicos, en cambio en su "Noticula", también.
No se cuando se implantó esta formula indecente para un columnista de mostrarse inteligente e indolente al tiempo. Si se que uno de los primeros columnistas que se hizo famoso más por sus pies de página que por sus argumentos fue Juan Manuel Santos, que cuando tenía columna en El Tiempo ya sólo le leían sus "Me da pena pero...", esa forma suya de introducir esas posdatas de truculencias y chismes. Maria Isabel Rueda, una de nuestras mejores entrevistadoras en Semana, anda en el mismo traspié con sus "Entretantos". Esta semana le dedica la columna a lo que más le gusta; las especulaciones sobre gabinetes. Al final una linea sobre Jamundí.
Noticula: Esta semana se decide el pleito contra la revista Soho a raiz de su "famosa" portada recreando la última cena cona Azcárate en bola. Creo que el debate está injustamente centrado en la libertad de expresión y de cultos. Debería ser una discusión sobre Copyright.
1 comentario:
Que bueno. A ver cuándo vuelve y lo tenemos de serio columnista. Yo creo que el problema es la tendencia de todos a ensimismarse (que parece subrayarse en este país). Hacia el futuro la clave estará en puyarnos entre nosotros para no terminar diciendo bobadas también.
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