Murieron arroyados

Jaquelinne Manosalva, ama de casa de 33 años, fue arrastrada por la corriente al salir de un kiosco donde había consumido varias cervezas. Jacqueline salió a vomitar sobre el arroyo Don Juan, pero tuvo un traspié y cayó a las aguas. Su vecino, Leonardo Manjarrés, corrió la misma suerte cuando intentaba rescatarla. Ambos están desaparecidos, y en realidad seguramente muertos. (lea la crónica completa aquí)
No es un chiste. Sucedió ayer. No en Leticia, ni en las selvas del Caquetá. Tampoco en un Safari en el Congo. Sucedió en Barranquilla después de un torrencial aguacero. Cómo es posible que una de las ciudades más importantes del país y la más importante de la costa caribe no tenga sistema de alcantarillado pluvial?? Respuesta: porque ajá.
Para los no iniciados, los “arroyos” son un fenómeno entre pintoresco y macabro de la ciudad de Barranquilla, donde cuando llueve las calles se vuelven ríos que se llevan carros, perros, motos, árboles, adultos y niños. Y así todos los años…
Para saber más sobre la “cultura del arroyo” se puede visitar el único sitio web del universo dedicado al tema: Arroyos de Barranquilla el cual cuenta con varias secciones muy interesantes: una por ejemplo dedicada a los arroyos y la literatura, con poemas y canciones inspiradas en los arroyos; una galería de fotos caseras; y una especie de cementerio virtual con algunos de los muertos y desaparecidos que se han llevado las aguas, actualizado al 31 de junio.

Update última hora: El cadaver de Jacquelinne fue encontrado ayer en el río Magdalena cerca de la Sociedad Portuaria.