El periodista Lorenzo Morales es el curador de ‘Un papel a toda prueba’, la exposición que conmemora los 50 años de Andiarios y recopila más de dos siglos de la prensa en Colombia.
¿Cómo se resumen más de 200 años de periodismo escrito en Colombia?Mostrando que, aunque muchas cosas han pasado desde las imprentas de tipos móviles en el siglo XVIII al Twitter del XXI, la esencia es la misma: contar la vida de una nación en un día.
¿Qué tan políticos fueron los primeros periódicos?
Tanto que cada político con ansias de caudillo era dueño de al menos uno. La prensa fue la mejor tribuna para hacer campaña, casi siempre anteponiendo la opinión a los hechos.
¿Cómo define la alianza entre periodismo y poder político que caracterizó al siglo XX?
Le respondo con una lista incompleta de periodistas que terminaron de presidentes: Juan Manuel Santos, Andrés Pastrana, César Gaviria, Alberto Lleras, Laureano Gómez, Eduardo Santos, Carlos E. Restrepo, Enrique Olaya Herrera, y sigue...
Estéticamente, ¿cuál cree que ha sido el mejor periódico de la historia de Colombia?
Mundo al Día, que circuló en la década de 1920 y costaba 5 centavos. Fue el primer tabloide exitoso en Colombia, con un diseño que incorporaba la fotografía con un verdadero criterio noticioso y no de simple adorno visual.
La mejor pieza de la exposición.
Por lo surreal, diría que una entrevista de 1992 a un militar orgulloso de haber asesinado a un periodista en la redacción del periódico, porque, según él, denunciar los maltratos a los soldados ofendía el honor del uniforme.
¿Y cuál es su favorita?
Una crónica en verso de Fraylejón (Federico Rivas Aldana) sobre los reporteros perezosos. Tiene un par de versos que dicen: “Esas cosas de las preguntas necias / tan sólo uno las hace / cuando no tiene tema / y ansía llenar cuartillas / de una fácil manera / y de modos muy cómodos / sin trabajar apenas / a costa de unas gentes / que a nadie interesan”.
¿De dónde surgió la iniciativa de realizar este recuento del periodismo escrito?
De una mezcla de buen juicio de Andiarios, que quería celebrar sus 50 años resaltando la importancia de la prensa en una democracia, con el interés de la Luis Ángel Arango y el apoyo del Centro de Estudios en Periodismo de la Universidad de los Andes.
Una experiencia para compartir durante la recopilación del material.
Fue impactante encontrar la caricatura premonitoria del asesinato de Bernardo Jaramillo Ossa, dirigente de la UP, en 1990. Ari dibujó a Jaramillo con una lápida en el cuello. Esa misma tarde lo mataron.
¿Cuál periódico hoy desaparecido le gustaría que volviera a resurgir?
Todos los satíricos, por su valentía y su humor punzante. Sus nombres resumen bien su talante: El Alacrán, El Fuete, La Guillotina... Los de sus redactores eran igual de inverosímiles. Uno firmaba Críspulo Papamoscas y otro Cirilio Bocafuerte.
En las piezas de la colección, ¿con qué chivas que hoy no se recuerdan mucho se encontrarán los asistentes?
¡Hay muchas, pero con esta el país lleva ‘chiviado’ casi 100 años! En 1920 el periódico Gil Blas denunció cómo el gobierno nacional estaba regalando a los ingleses las minas de oro de Marmato en Caldas. Hoy día seguimos en las mismas.
Tres fotografías para recordar siempre.
La del incendio de la Torre Avianca, la de los sobrevivientes de Armero y la del fusilamiento de los acusados de atentar contra el presidente Rafael Reyes en Barro Colorado.
Cinco reporteros que pueden enseñarles a los periodistas de hoy.
Marco Tulio Rodríguez, que se acordó de los olvidados; Germán Castro Caycedo, que puso el relato al servicio de la investigación; Gerardo Reyes, que no le teme a los poderosos; Silvia Galvis, que creyó en la prensa regional, y Gabriel García Márquez, por casi todo lo anterior y más.
A partir de las siguientes características, ¿a qué periódico y en qué período de la historia atribuiría esa condición?
Capacidad investigativa
El Tiempo y su equipo de investigadores de los años 70.
Influencia nacional.
Todos han tenido su momento estelar. A unos les duró un día, a otros cien años.
Para conservar.
Toda la saga del misterioso asesinato de Eva Pinzón en 1922, publicada en El Nuevo Tiempo, el primer periódico colombiano posterior a la Guerra de los Mil Días.
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