domingo, febrero 05, 2012

Janne Teller: la indignación suprema

Hay más indignados en las páginas de la literatura que en las calles de Wall Street. Janne Teller nos presenta a un niño cuya indignación asustó a los adultos. Por Lorenzo Morales.

Un buen día Pierre Anthon dejó la escuela y se subió a la rama de un ciruelo a gritar que la vida no tiene sentido. Su pataleos de existencialista silvestre cambiaron la vida de sus compañeros de escuela y la de su pueblo, como quizás nadie pudo anticipar. Si Anthon no fuera el personaje de una novela, hubiera quizás bajado del ciruelo para unirse al plantón global de indignados con el estado de las cosas en nuestro mundo.

“Me gusta mucho que la gente se este revelando contra el sistema político y económico. Quisiera que tuvieran una agenda mas clara de como quieren cambiar las cosas.”, dijo Janne Teller, la autora danesa de “Nada”, la novela que protagoniza Pierre Anthon. “Pero creo que hay mucha valentía cuando se es capaz de pasar del descontento a la acción”.

“Nada” es una especie de fábula filosófica escrita con la inocencia y la crueldad de sus personajes: un grupo de niños dispuestos a sacrificar más de lo que esperan para demostrarse a sí mismos que la vida sí tiene gracia. “Creo que los jóvenes entienden mejor el mensaje del libro que los viejos”, dijo Teller horas antes de abordar un avión en Nueva York que la traería a Cartagena. “A los mayores les cuestiona muchas cosas que dan por sentadas, lo cual es incómodo”.

Esa incomodidad adulta hizo que en Noruega la prohibieron, en Francia la censuraran  la librerías y en Alemania la sacaran del currículo. “Es muy raro que en Europa se haya prohibido un libro por sus ideas y no por un lenguaje grotesco o explícito”, dice Teller.
Los niños de “Nada” no dicen groserías ni insultan a sus padres. Sólo tratan de “crear significado” a través de una pila de objetos que recogen a lo largo de la novela: unas sandalias verdes, un cristo roto, un perro abandonado, el rastro de una inocencia perdida. “Vivimos en un sistema inhumano y basado en la competencia”, dice Teller quien trabajó en resolución de conflictos con Naciones Unidas antes de entregarse a la literatura. “Lo único que importa es ser mas rico, mas rápido o mas sobresaliente.”

Y si Teller fuera uno de esos niños en busca de significado, ¿qué agregaría ella a su pila de significado? Sin pensar responde: “Nada, justamente”.
 
Publicado en Hay para Contar, diario oficial del Hay Festival de Cartagena 2012.

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