miércoles, julio 25, 2007

El soldado de la mano biónica

“Es increible, esto parece sacado de La Guerra de las Galaxias”, dijo ayer el Sargento retirado del Ejército Luis Arredondo mientras abría y cerraba los dedos sintéticos de su nueva mano róbotica. Arredondo, quien perdió la mano izquierda y tres cuartos de su antebrazo durante un ataque a su patrulla en Irak en 2005, es uno de los primeros beneficiados con la última tecnología en prótesis de mano.

“Ahora puedo agarrar pequeñas cosas”, dijo Arredondo mientras sostenía entre el dedo índice y pulgar un frasco de medicinas. Luego agarró una bola de tenis, un lápiz, un taza y estiró su brazo para darme la mano. “Puedo apretar un poco más”, dijo, mientras el guante semitrasparente de silicona que hace de piel se cerraba con más fuerza sobre mi mano.

A diferencia de las versiones anteriores, la nueva mano controla de forma independiente cada uno de los cinco dedos. Esto permite, por ejemplo, estirar el dedo índice para digitar en un teclado, una función imposible para las manos anteriores la cuales funcionaban básicamente como un alicate que sólo abre y cierra. “Los cuatro dedos eran como uno sólo”, dijo Arredondo quien durante meses usó uno de los modelos anteriores.

La mano biónica funciona mediante los impulsos eléctricos transmitidos por el músculo del miembro al cual se une. Un micro computador alojado en la palma traduce esos impulsos en movimientos.

La nueva mano también detecta cuando los dedos tocan la superficie que buscan, lo que evita que se estrangulen objetos como latas de gaseosa o vasos plásticos.

“Esta mano permite movimientos más naturales”, dijo Troy Farnsworth, vicepresidente de Hanger Inc., una firma que distribuye la prótesis y quien adaptó la nueva mano al brazo de Arredondo conjuntamente con el Centro Médico Militar Brooke en San Antonio Texas.

Farnsworth explicó que ya se está trabajando en ampliar el repertorio de movimientos posibles, entre ellos el de girar la muñeca como un tornillo, lo cual permitirá, por ejemplo, girar una llave en un auto o abrir una puerta.

Arredondo, de 27 años y de madre mexicana, narró cómo durante un patrullaje en febrero 25 de 2005 en la ciudad iraquí de Ramadi, una bomba destruyó el vehículo que conducía. El salió expulsado y su mano quedó colgada del timón. Arredondo recibió heridas también en las piernas.

“A mi hijo le parece de lo más divertido”, dijo Arredondo de su pequeño de 4 años quien está orgulloso de su papá “mitad hombre, mitad robot”.

La nueva mano biónica, desarrollada por la firma escocesa Touch Bionics y conocida como i-Limb, está a la venta desde el pasado martes y tiene un costo cercano a los $18,000, entre dos y tres veces más que las prótesis de manos convencionales.

“Aún no he tenido oportunidad de utilizarla en situaciones cotidianas, pero promete bastante”, dijo el sargento quien se está entrenando en su uso hace un mes.

Publicado en El Diario/La Prensa.


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