jueves, abril 06, 2006

El último disparo

Los tres hermanos Faddoul de 12, 13 y 17 años fueron hallados en fila y boca abajo con disparos en la cabeza. El comisario de la policía científica dijo que los muertos recibieron disparos presumiblemente de escopetas en el área occipital. "Sin duda alguna fueron ajusticiados".

La prensa local publicó las escalofriantes fotos. Los niños tenían aún las camisetas beige de colegio y los pantalones que tenían puestos el día que fueron raptados, el pasado 23 de febrero, luego de que su chofer se detuvo en un supuesto control policial de camino a su escuela, en la ciudad de Caracas.

La noticia sobre la muerte de John Bryan, Kevin y Jason -así se llamaban estos niños, mitad candienses, mitad venezolanos- así como del conductor de la familia, ha conmocionado a la ya conmocionada sociedad venezolana. La Guardia Nacional ha tenido que disolver con gases lacrimógenos a manifestantes que se han concentrado en las principales autopistas de Caracas. "Estamos de luto por un gobierno bruto", decía un cartel cerca de la Universidad Central de Venezuela, donde se desarrollaba hoy una gran manifestación.

Precisamente allá llegó Jorge Aguirre, un fotografo del diario El Mundo a cubrir las manifestaciones. Aguirre, plenamente identificado, intentó ingresar a la Universidad en un carro con los logos del periódico pero un supuesto policía en una moto sin placas le impidió el ingreso. Jorge, decidió bajarse del carro pero sin mediar palabra el mismo siniestro policía le hizo tres tiros. Uno entró por el costado derecho del tórax. Jorge cayó a tierra. Desde el piso, agonizante, Jorge disparó también. Disparó la única arma que llevaba: su cámara.

La foto que ven arriba, es la última foto que tomó Jorge Aguirre, minutos antes de morir. A la derecha, con casco y camisa oscura, se ve huir al asesino.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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