martes, agosto 09, 2005

80 años del trigémino

Ayer fue enterrado el viejo Ibrahim Ferrer, siempre de gorra, cucarrón y vestido de colorinches. Hijo de un embolador y de su esposa, Ibrahim nació de manera singular: su madre dio a luz en un salón de bailes de Santiago de Cuba el 20 de febrero de 1927. En 1940, o sea siendo todavía un niño, se incorporó al grupo "Los Jóvenes del Son" y en los cincuenta se integró al conjunto de Pacho Alonso y Enrique Bonne. Fue también artista invitado en orquestas que hicieron leyenda como la Chepin Chovén y la de Benny Moré.

Ferrer saltó a la fama cuando ya habiendo alcanzado la edad de jubilación (60 en Colombia) y haberse retirado fue convocado en 1997 por el guitarrista Ry Cooder para grabar el archi famoso disco "Buena Vista Social Club", que muchos confunden con el día en que por primera vez se tocó música en Cuba.

Precisamente este año se cumplen los 80 años del Trio Matamoros, que por ya estar todos muertos no pudieron competir por el Grammy. Miguel Matamoros, Siro Rodríguez y Rafael Cueto fueron los integrantes de este grupito con mucho sabor y letras delirantes. Como todo buen músico de entonces que se respete, Miguel no estudió. Y como cubano que se respete le tocó hacer todo por su cuenta: mientras le sacaba filo a la guitarra, se desempeñaba en múltiples oficios como chofer, carpintero, monaguillo, fabricante de losas, y alfarero, entre otros.

Como reporta la no suficientemente consultada edición dominical del diario El Heraldo, el Trio Matamoros pasó por Barranquilla en 1934 e inmortalizó en esa ciudad canciones como "«El Son de la Loma», «El que Siembra su maíz», «La mujer de Antonio» y otros temas con los cuales nombrarían a los bailes de Carnaval de esa época."

Como este:
«Veinte años en mi término
Me encontraba paralítico
Y me dijo un hombre místico
Que me extirpara el
trigémino.
Bota la muleta y el bastón
Y podrás bailar el son».


Update 12.08.05: Ayer me puse a oir el disco de Miguel Matamoros, y aquí va el remate de tan magistral estrofa...

Dice un doctor farolero
mucho mas viejo que el pan
anda, ve a San Sebastián
para que te opere Asuero.

Y que tal esta otra joya de "El que siembra su maiz"...

La mujer en el amor
(¡Sí, señor!)
se parece a la gallina
(¡Cómo no!)
Que cuando se muere el gallo
(¡Sí, señor!)
a cualquier pollo se arrima.
(¡Cómo no!)

Y si lo dice Miguel con esa voz de gallo, hay que ceerle.

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